ESCALA DE GRISES

Yo no soy poeta,
 Ni pretendo serlo,
 Pero necesito vaciar mi alma,
 Limpiarla,
Librarla del peso que ya no le hace falta,
Sacudirla del viejo polvo
 Y ventilar los espacios
Para colocar cada cosa en su lugar
 Y continuar sin escombros
Y volver a ser
Y para eso necesito de las palabras,
Pero no soy poeta
 Ni pretendo serlo.

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 Entre el blanco y el negro
 Hay una infinita escala de grises…
Allí estoy yo.

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 Estaba apenas amaneciendo,
 Eran las primeras horas de mi día.
 Ellos, impulsados por su ansiedad
 Y atraídos por mi frescura
 Quisieron despertarme bruscamente:
A uno no le dio tiempo;
El otro lo hizo de tal manera que
 Satisfizo su ansiedad
 Y yo permanecí dormida.

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 Yo decía rosa
Él decía rojo.
Yo decía lila
Él decía púrpura.
Yo decía cielo
Él decía está bien…
Pero tomaba mi mano
 Y me guiaba al infierno.

 *****

 Dios existe
 Y también los hombres de Dios.
La mayoría están muy lejos del templo
Y han sido condenados desde allí
 Por quienes lo usan y no creen en Él.

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 Yo creía en Dios y en sus ungidos.
 Mi catequista trató de ilustrarme que Dios no existe
Y que no hay que temerle.
 Yo entendí que sus ungidos no existen,
 Pero hay que tenerles mucho miedo.

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 El borde del abismo no se percibe tan terrible
 Cuando una fija la mirada en el cielo.
 Yo he paseado por ahí muchas veces
 Y por arte de Dios siempre termino salva.
 Sin duda Dios me ama y mi Ángel me cuida.

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 Amo la Eucaristía.
Creo en ella,
 Es a mi espíritu
Lo que la lectura a mi inteligencia.
 Por ella puedo apreciar el color de mis grises.

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 Desperté
 Y me sorprendiste con tu encanto.
Me devolviste la ilusión,
 Por eso, solo por eso,
No hay manera de que te olvide.

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 Eres eso que no cabe en mi vida
 Pero que no puedo sacar de ella:
Sombra,
Diluvio,
 Eternidad,
Nostalgia,
Pensamiento,
Aventura,
 Desventura,
 Lucha perpetua de mi razón,
No sé si a mi favor o en mi contra.

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 Quien logra educar su corazón
 Ha conseguido llegar a la plenitud de su vocación humana.
Yo tengo años en esa empresa
 Y aún no consigo que aprenda siquiera las vocales:
 A de adiós
E de entiende
 I de ignora
 O de olvida
 U de ultima
 El pobre es muy distraído para concentrarse,
Pero yo no desisto.
 Sigo intentando.


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 En la eterna lucha entre la razón y el corazón
Siempre he pensado que la razón es el ángel bueno y el corazón el malo.
Siempre le he hecho caso al ángel bueno.
El resultado ha sido de mucho provecho:
 Solo el ángel malo, a veces, sufre.

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 Tú no te entiendes conmigo,
Solo mi corazón te habla,
 Yo te condené a la celda del silencio,
Pero él insistía en visitarte
Y aprovechaba cada descuido de mi razón
Para borrar los archivos en los que reposaban tus culpas.
 Al final no encontré nada en tu contra y tuve que cancelar tu condena y hasta sentirme culpable.
Menos mal que soy precavida
Y suelo guardar copias de cada archivo que creo importante.
No sé dónde están, pero sé que existen.
Ojalá tu cómplice no las encuentre primero.

 ******

 Mi corazón está vivo y quiero que siga siendo así.
Prefiero la lucha constante y la inquietud perpetua
A la frialdad de la rutina y la quietud de la conformidad.
Él es bueno: ciego, sordo e ignorante, pero bueno;
 Muy mal consejero, pero apasionado y valiente,
 Atrevido y capaz, soñador, ingenuo, desprendido, desmedido, sensible…
En él ha entrado y salido mucha gente
 Y solo con un inquilino ha tenido problemas:
 Uno que se fue hace mucho tiempo y él insiste en creer que aún sigue consigo.
Algún día, en serio, entenderá.
Mi corazón está vivo y quiero que siga siendo así.


 ******

 No renuncio a nada de lo que tengo por nada de lo que nunca tuve
 Eso sería cambiar oro por espejos
Y todos mis ancestros,
 Los que aceptaban ese tipo de negocios,
 Claudicaron hace siglos.


 ******

 Él no tiene nada que ver con esto.
 Él respeta la distancia,
 A él, a estas alturas, no le molesta mi silencio,
 Ni mis palabras, ni mis acciones, ni mi vida,
Le da igual…
La lucha es mía,
Solo mía,
De nadie más.
Con nadie más.