TODO SE TRANSFORMA

Todo pasa, dicen,
Menos lo que está escrito.
Todo pasa, dicen,
Menos el amor.
Todo pasa...
Entonces ¿la eternidad tiene fin?
Todo pasa, dicen,
¿Y el dolor?
¿Pasa el dolor de una madre
que ha perdido a su hijo?
Todo pasa, ¿en serio?
¿Y Dios?
¿Y ese sentimiento raro que altera todo el sistema nervioso central,
Y condiciona el comportamiento
Y la voluntad según sea o no correspondido,
Según sea o no posible,
Según sea o no...
Embobece
Embrutece
Enloquece
Exagera
Exalta
Equilibra
Enmudece
¿Enamoramiento se llama?
¿Pasa... O se transforma?
¿Será energía?
Porque la energía, dice la ley, no pasa, Se transforma.
¡Qué grandes egocéntricos somos!
Todo pasa, decimos,
Reflejando nuestra propia inestable condición humana en el resto del universo.
No. No todo pasa.
Los pasajeros somos nosotros en esta vida
Que es eterna,
Que está escrita,
Que es energía,
Que es de Dios.
Nada pasa.
Todo se transforma...
Y esa lógica es más bonita.
Más real.
Más creíble.
A partir de hoy, en mi vida, nada pasa,
Pero nada permanece,
Todo se transforma.