EL ÚLTIMO CARNAVAL

El último carnaval que festejaron antes de caer dormidos, fue un desfile de reinas jubiladas vestidas de negro, seguido de conjunto de hombres y mujeres que irradiaban luz y misterio en sus trajes blanco pulcro con vistosas lentejuelas e incontables collares de colores vivos alternados. Seguía una gran cantidad de gente ávida de fiesta, de chisme, de risas; entre ellos los estilistas y decoradores con sus mejores máscaras corporales, queriendo destacar entre la multitud. El cuerpo de baile iba también. Eran niños que se sentían en medio de una fiesta y no entendían la ruta de aquel desfile precedido por un féretro y una señora que lloraba, era la única que realmente sabía de qué se trataba aquello. Al salir del cementerio, nadie imaginaba que ese había sido el último carnaval. Desde entonces todos compartimos el mismo grotesco sueño, y la noche apenas empieza.